Pintura, acrílico sobre papel.
50cm X 35 cm
“2020 Cambalache” es una serie pictórica compuesta de pinturas elaboradas en acrílico sobre papel, a saber, “Quédate en casa”, “El que no salte es un tombo” y “Trajes de bio-inseguridad”. A lo largo de este proyecto el paisaje urbano y por momentos periférico será un eje común, una superficie que inscribe los síntomas de un tiempo convulso, en un intento por reivindicar y llevar su lenguaje e intencionalidades a una superficie pictórica y un contexto de exhibición que se busca opere con emergencia como un espacio para la memoria, el control social y la denuncia.
“El que no salte es un tombo” habla acerca del abuso de autoridad que se expresa en diferentes tipos de violencia, tales como: la represión policial, el maltrato a las mujeres, el asesinato sistemático de los pueblos originarios y afro descendientes, la persecución a las economías informales, la estigmatización de los estudiantes, la persecución de las sexualidades diversas, entre otras. Estos tipos de violencia comparten una misma raíz en los ideales retrógrados de una cosmovisión política incoherente que exalta los más altos estándares de moralismo a la par que legitima la ultra violencia, la corrupción, y la ilegalidad. Nuevamente los muros representados son superficies simbólicas donde los graffitis constituyen una protofilosofía popular.
“Trajes de bio-inseguridad” expone el peor de los crímenes al que ha sido expuesto sistemáticamente el pueblo colombiano: los falsos positivos, miles de líderes sociales marcados como objetivos militares que repiten la historia de la UP. Tras el perverso señalamiento de insurgencia se ocultan los verdaderos intereses sobre el control de los territorios, sus recursos naturales y el narcotráfico, generando desplazamientos forzados por la violencia, asesinatos de hombres, mujeres, niños y ancianos sin discriminación. Una situación macabra que durante el confinamiento no ha dado tregua y ha sido aprovechada sin compasión. El azul de los mensajes se relaciona con el código de los colores de los graffitis que se identifican con imaginarios radicales.
Las piezas comparten un ejercicio de investigación sobre el graffiti y sus posibles usos en la pintura mediante un redireccionamiento hacia la misma. Como señala el filósofo y semiólogo colombiano Armando Silva el grafiti latinoamericano le hace conocer al pueblo ignorante lo que los gobernantes ocultan, por medio de avisos públicos. Este imaginario condensa el espíritu de “2020 Cambalache” y la necesidad urgente de escrachar y hacer públicas todas las formas de injusticia, porque… “el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis. Y en el dos mil veinte, también”
Valor de cada pieza $3'000.000 (COP) / 843 USD
